Hola, soy Natalia — la ilustradora detrás de Nagaro.

Y cuando digo "detrás", es literal: dibujo, diseño, actualizo la tienda… mientras en paralelo preparo meriendas, respondo WhatsApps del cole (a veces tarde) y me escapo con el iPad entre viajes de trabajo.

Nagaro no es un estudio ni una agencia.

Es una marca pequeñita, casera y hecha con mucho cariño (y algo de caos).

Somos dos: yo ilustro y mi marido se encarga de los envíos, los pedidos y de sobrevivir al celo.

Cada lámina nace entre cafés, copas de vino, risas, y a veces con niños correteando por el salón.

Dibujo cosas que me hacen sonreír y que me gustaría ver colgadas en una casa real: esas que celebran lo cotidiano, que mezclan lo bonito con lo vivido, y que no se toman demasiado en serio.

Nos encanta pensar que nuestras ilustraciones decoran paredes donde pasan cosas de verdad: desayunos lentos, vermuts compartidos, brindis inesperados.

Y si eso pasa en tu casa... entonces Nagaro también es un poco tuyo.

Gracias por invitarnos a entrar.